Nota extraída de La Verdad Obrera N° 376 (Periódico del Partido de los Trabajadores Socialistas)
Jueves 27 de mayo de 2010
El otro Bicentenario: Debate con trabajadores de base
El lunes por la noche en la antesala del manoseado 25 de Mayo, frente al Congreso y a escasa distancia del epicentro de los festejos oficiales, se desarrolló la mesa debate “Organizaciones sociales, indígenas y trabajadores del campo y la ciudad”, en la que participaron Claudio Dellecarbonara (delegado del subte), Marcelo Gallardo (delegado de Fate), Camilo Mones (delegado despedido de Kraft), Jorge Bevilacqua (FACTA), Benito Espíndola (ORCOPO) entre otros panelistas, en el marco del “Otro bicentenario. El de los pueblos oprimidos”.
Este contra-festejo cuya consigna sobresaliente era el repudio al estado genocida capitalista apropiador de tierras y causante de desastres ambientales, y cuyo lema consensuado era “no hay nada que festejar”, fue el resultado de un frente asambleario que nucleó durante meses a distintas organizaciones indígenas y de diversos sectores sociales, y agrupaciones que trabajan con pueblos originarios
Lalacnaqom, como parte del frente abierto en las asambleas planteó y pugnó porque se incluya una mesa que trate la actualidad de la lucha de los trabajadores, y por tal razón invitó a los obreros de Terrabusi y Subte -militantes ambos del PTS-, por pertenecer al denominado “sindicalismo de base”, y plantear una lucha clasista, antiburocratica y solidaria con el resto de la clase trabajadora y oprimida.
Luego de la intervención final del dirigente de ORCOPO (Organización de Comunidades de Pueblos Originarios), con una postura que anteponía las diferentes cosmovisiones –occidental/indígena- a la existencia de la lucha de clases, se abrió un debate intenso en torno al como ligar las luchas de los pueblos oprimidos, con las obreras. Como premisa general de la mesa, se ha resaltado la necesidad de unir las luchas anticapitalistas que combatiendo a la “santa trinidad” patronal-Estado burgués-burocracia sindical, acaben con el avasallamiento a pueblos indígenas, y a sus tierras.
Sin embargo consideramos que la discusión y el debate entre ambos sectores explotados no esta cerrado. Debe y merece ser profundizado. La particularidad latinoamericana requiere una complejidad en el análisis. Naciones originarias enteras fueron exterminadas. Cientos de ellas viven hoy despojadas de sus territorios, y expoliadas de su identidad. Creemos que un programa revolucionario debe proclamar incondicionalmente la autodeterminación de los pueblos, y en este caso, la autodeterminación de las naciones indígenas como derecho fundamental e irrevocable.
Lalacnaqom
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