Nuevamente el encuentro de mujeres que se desarrolla cada año en diferentes ciudades, se llevó a cabo en Paraná reuniendo miles de compañeras trabajadoras, estudiantes y originarias que llenaron cada una de las comisiones de discusión y reflexión. Más de 200 mujeres participaron de la comisión “Mujeres de los pueblos originarios” abriendo el debate sobre las diferentes posturas en torno a esta temática.
Varias referentes de diversas comunidades expusieron las problemáticas que cada comunidad en particular tiene. Sin duda, el testimonio que más conmovió fue el de una anciana qomlashé (perteneciente a la comunidad toba) del Chaco que por medio de una compañera que supo traducir la lengua toba, nos comunicó la situación económica que sufre diariamente ella y su familia. Sin embargo, y a lo largo de todos los testimonios que fueron saliendo, el tema de la tierra, vivienda, salud, educación, prisioneros políticos y muerte es algo que se reitera y nos hace dar cuenta que no solo es cuestión de un caso en particular, ni siquiera de una sola comunidad, sino que es todo un sector el que padece esta problemática.
Surgió el debate también sobre quiénes son los responsables de la situación de los pueblos originarios, y se abrió la discusión entre quienes sostenían que todos, individualmente, tenemos un grado de responsabilidad y quienes creemos y sostenemos con fuerza que los únicos responsables son los garantes de este sistema económico que a nivel político tienen nombre y apellido. “El gobernador nos tiene olvidados a toda la comunidad, nos discrimina y no ve a los pobres”, aseguraba otra miembro de la comunidad Qom del Chaco haciendo alusión a Capitanich, gobernador kirchnerista de la provincia.
Es imprescindible que las mujeres de los pueblos originarios tengan esta herramienta de discusión que aglutina a miles de hermanas provenientes de varias provincias, pero que a su vez no quede solo en compartir su situación sino en elaborar, como vienen sosteniendo algunas corrientes políticas de izquierda en los encuentros, comisiones de carácter resolutivas que decanten en un plan de lucha nacional. Así mismo, es importante la alianza de todos los sectores oprimidos, entendiendo que la cuestión de género en los sectores indígenas a su vez está atravesada por su condición de clase.
En ese sentido únicamente con la unión de mujeres de estos sectores se podrá pelear con mucha más fuerza contra este sistema capitalista y patriarcal.
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